Conoce la inspiradora historia de Carlos Chávez, el joven de una comunidad amazónica que, gracias a un examen virtual de Beca 18, transformó su futuro desde un Tambo.
En el corazón de la Amazonía, donde las fronteras de Perú, Colombia y Ecuador se encuentran, la tecnología ha escrito un nuevo capítulo de superación. Esta es la historia de Carlos Chávez Uraco, un joven de 17 años de la comunidad nativa Kichwa, que ha demostrado cómo la innovación puede derribar las barreras geográficas más imponentes para alcanzar un sueño: la educación superior.
El Desafío: Un Viaje de un Mes o una Conexión a Internet
Para los aproximadamente 30 familias que viven en la comunidad Tres Fronteras, la realidad es de un aislamiento profundo. Llegar a Iquitos, la ciudad más cercana, representa una odisea. Como se detalla en el documental de Beca 18, el viaje por río puede durar casi un mes [00:10], con un costo significativo. La alternativa, una avioneta, acorta el viaje a una hora y media, pero su accesibilidad es limitada.
Ante este panorama, la posibilidad de postular a una beca nacional parecía un imposible. El propio Carlos lo resume con una sinceridad contundente: “Si hubiera tenido que viajar a Iquitos, no habría dado el examen”. Esta frase encapsula la barrera que miles de jóvenes de zonas rurales enfrentan: el talento existe, pero las oportunidades son lejanas.
La Solución: Un Tambo, un Examen Virtual y un Cambio de Paradigma
Aquí es donde la historia da un giro gracias a una colaboración estratégica entre el Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación y el Programa Nacional PAIS del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis).
Implementando un piloto innovador para la convocatoria 2025 de Beca 18, se habilitó la posibilidad de rendir el Examen Nacional de Preselección de manera virtual desde los «Tambos», plataformas de servicios del Estado en zonas rurales. Para Carlos, el Tambo Tres Fronteras, una casa comunal equipada con computadoras e internet [00:48], se convirtió en su puerta de entrada al futuro.
El 1 de diciembre de 2024, Carlos se sentó solo frente a una computadora para decidir su destino. “Estaba nervioso. Era yo solito. No sabía qué hacer frente a la computadora, ni cómo entrar a la página”, recuerda. La tecnología, que para muchos es cotidiana, para él era un desafío monumental.

El Rol Crucial del Mentor: Un Becario que Devuelve la Oportunidad
En ese momento de incertidumbre, apareció una figura clave: Efrain Hidalgo, el gestor del Tambo. Pero Efrain no era solo un funcionario; era un exbecario de Beca 18 de la convocatoria 2016. Él entendía perfectamente los nervios, las dudas y las esperanzas de Carlos.
Efrain lo guio pacientemente en el proceso, transformando la ansiedad en concentración. «A mí me ayudaron sobre la Beca 18», menciona Carlos en el video [00:55], destacando el soporte recibido. Confiando en su fortaleza, la lectura —un gusto inculcado por su madre—, Carlos comenzó por el área de comprensión lectora y completó la evaluación con éxito.
El resultado es un hito: Carlos Chávez se convirtió en el primer ganador en la historia de Beca 18 que rindió su examen de forma completamente virtual desde un Tambo en una comunidad nativa de frontera.
Un Futuro Electrizante: El Impacto de Beca 18
Hoy, con la mochila al hombro y lejos de casa, Carlos estudia la carrera de Electricidad Industrial en SENATI, Iquitos. La beca integral no solo cubre sus estudios, sino también su manutención, transporte y materiales, permitiéndole enfocarse exclusivamente en su formación. Para él, esta oportunidad es «una bendición» [01:28].
Su éxito no es solo personal. Es un faro de esperanza para su comunidad y una prueba del poder transformador de la educación descentralizada. Efrain, su mentor, lo ve con orgullo: “Me siento alegre de que el joven haya logrado lo que se propuso. Muchos necesitan estas oportunidades para salir adelante. Ahora yo trabajo para la comunidad. Soy resultado de Beca 18”.
El objetivo de Carlos es claro y noble: “Quiero terminar mis estudios, conseguir un buen trabajo y ayudar a mi madre”. Su historia, documentada por el Pronabec, es un testimonio poderoso de que, con las herramientas adecuadas y el apoyo correcto, el talento puede florecer en cualquier rincón del país. Como concluye Efrain, «con el internet en el Tambo, podemos ayudar a que muchos accedan a trámites y oportunidades. Esa es la verdadera transformación».